R- NO ENTIENDO

¿Cómo puede ser que todavía no haya aprendido del pasado?

¿Cómo puede ser que no hayan aprendido del pasado?

¿Cómo puede ser que se vuelva al punto de inicio, una y otra, y otra, y otra vez?

¿Cómo puede ser que vuelva a elegir mal?

¿Cómo puede ser que todavía…? quiero

H- Entendemiento

Acostumbrada a la oscuridad, ya no tenía miedo de estar.

No tenía miedo de los gritos a media noche, ni de los ladridos de los perros alterados de la madrugada.

No tenía miedo siquiera, a los roces de fantasmas ni de los recuerdos ancestrales, que a veces aparecían a su cabeza, sólo porque ellos estaban aburridos.

En la oscuridad, ella encontró su manera de ser feliz. Era feliz. O eso pensaba.

De golpe un halo de luz la asustó. ¿Qué era eso a lo que no estaba acostumbrada? Realmente quiso esconderse más en la oscuridad, quiso taparla con los muebles no visibles para el ojo humano, pero sí para los suyos, pero no pudo.

Lo que empezó como un rayo ínfimo, empezó a tomar forma y a arrasar con todo a su alrededor.

No le dio tiempo a pensar.

La luz la encegueció.

Cuando se dio cuenta, descubrió los colores, el brillo y los sonidos agradables, pero ahora, ¿qué iba a ser con tanto?

Estaba confundida y perturbada. Miró a su alrededor y vio los colores de su casa. De su hogar. Estaba todo igual, pero no era igual.

La luz y el brillo seguía encegueciéndola.

– ¿Por qué estás triste?

–  No sé si estoy triste, no sé cómo sentirme. Sólo estoy.

– ¿No te gusta?

– Tampoco es que me disgusta, sólo que es tan…

– ¿Diferente?

– Demasiado

Un calor invisible rozó su espalda y ella sonrío. Sabía que todo iba a estar mejor.

Párrafo

Abro un paréntesis en mi blog.

El siguiente párrafo pertenece a uno de los libros que más me gustan. La razón por la que lo trascribo, es porque aunque no lo creas, me inspira. Son esas frases que por algún motivo que se me escapa, me llegan al alma.

El párrafo dice:

“Estamos hechos de unos hilos tan delicados como imposibles de separar. Nadie ve nunca, o casi nunca, el momento en el que el corazón apoya su mano en algo. Elige. Mira. Luego eso queda unido y te acompaña toda la vida, como un secreto que es tuyo, pero le pertenece al corazón. Nadie ve nunca, o casi nunca, como tampoco vio Arno esa tarde, el momento en el que el corazón se posa.”

 


Por si te interesa saber:

Este párrafo pertenece a Lejos de Frin. Continuación de uno de mis libros favoritos: Frin. (Creado por Luis María Pescetti).

Es un libro Infantil, pero un adulto puede disfrutarlo igualmente, debido al tinte maduro -por no repetir adulto- que tiene.

 

R- Mente dormida

Dicen que la mente dormida es una de las mejores cosas que te pueden pasar. No pensar y olvidarse de todo: estar en un estado en donde sólo abunden buenos pensamientos o donde ni siquiera sos consciente de lo que ocurre.

A mi no me pasa.

Si mi mente está dormida, empiezo a soñar. Y si empiezo a soñar, empiezo a ilusionarme. Y si me empiezo a ilusionar, después empiezo a tropezar. Es una ecuación simple.

Por eso prefiero siempre que mi mente esté despierta. Que esté activa. Que piense cosas reales. Pros y contras.

Ya de por sí me cuesta estar en tierra.

Por eso escribo. Porque cuando escribo mi mente despierta. Me ayuda a acomodar ideas. A ver con claridad aquello que me atormenta. Visualizar qué es lo importante y a descargar iras, alegrías, llantos.

Escribir me ayuda a desenredar nudos de mi mente.

El Querido diario, funciona en mí desde que aprendí a escribir mis primeras palabras, y creo que me va a acompañar toda mi vida.

Las cartas (no enviadas) me ayudan a decir lo que no puedo decir en palabras.

Los cuentos, microrrelatos, entre otros, le dan vida a ideas que tengo en mi cabeza, de cómo me gustaría -o no- que fueran las cosas. Permite la creación de mundos imaginarios y personajes ficticios, que dentro de ese mundo que creo, son reales.

Escribir es un reflejo de mi mente.

Escribir me salva de lo terrible.

Entonces igualmente me pregunto:

¿Hasta qué punto de verdad tengo mi mente despierta? ¿Acaso escribir no es otra forma de mantener mi mente dormida?